La FIFA (Fédération Internationale de Football Association) es la institución que gobierna las federaciones de fútbol en todo el planeta y cada cuatro años son los encargados de realizar una copa que reúne las mejores selecciones nacionales, lo que se conoce como el mundial de futbol. Esto corresponde a un evento masivo, que reúne la atención de todo el mundo en torno al deporte y generalmente duran alrededor de un mes, lo que se divide en una fase de grupos donde se enfrentan las selecciones para poder clasificar a la posterior fase de las rondas finales en las que hay eliminación directa tras una derrota.
La Copa del Mundo de Francia 1998 y la de Brasil ostentan la cifra más elevada de festejos, pero Suiza 1954 los supera, por mucho, en porcentaje.
Desde el gol de Lucien Laurent en el partido entre Francia y México en Uruguay 1930 -el primero de la historia- hasta el presente, hubo nada menos que 2379 festejos en la Copa del mundo. Algunos más importantes, otros polémicos y más de uno que emocionó hasta las lágrimas a un país entero. No quedan dudas de que cada grito en la máxima cita genera más sensaciones que los de cualquier otra competencia.
Son 171 goles los que catapultan a Francia 1998 y Brasil 2014 como los mundiales con más anotaciones de la historia, pero parecen pocos en comparación con los 140 convertidos en Suiza 1954, si se tiene en cuenta la cantidad de partidos: 64 en los torneos más “modernos” contra apenas 26 en el que se coronó Alemania.
El fútbol moderno lo inventaron los ingleses, que lo exportaron al mundo gracias a la Revolución Industrial, lo reinventaron con la instauración de la Premier League, reunieron en ese torneo a los mejores del mundo y crearon la liga más competitiva de todas que cada cuatro años, desde 1998, aporta la mayoría de jugadores a la Copa del Mundo.
Distribución de la cantidad de jugadores en los mundiales:
La explicación para este fenómeno se basa en tres aspectos. La Premier League es la mejor liga del mundo. La más competitiva. La del reparto más equitativo de dinero por los derechos de televisación entre los 20 clubes de Primera, junto con la Bundesliga. Pero aún así, no tiene a los mejores jugadores del mundo. La Premier League no tiene a las superestrellas como los grandes de España ni la obsesión millonaria de Paris Saint Germain al adquirir al brasileño Neymar.